domingo, 27 de agosto de 2017

¡Concurso caja literaria de Firmado, Abril!



“Bueno, señores, creo que ha llegado el momento, ¿no?”


Firmado, Abril es un libro perfecto para releer cada año. Abril y compañía van a El lago cada verano, por lo que suena bien recorrer sus páginas en esa época.

¿Por qué? Fácil, para recordar. Y sí, para recordar el libro también, pero no me refiero a eso.

Firmado, Abril me lleva directamente a mi adolescencia y me encanta. Es cierto que a lo largo del libro dan ganas de zarandear a Abril para que abra los ojos y quizás por eso es por lo que me recuerda a mí misma. Cada vez que me acuerdo de aquella época, me dan ganas de zarandearme. Y esa identificación es lo que más me gusta. El hecho de que esa historia es parecida y a la vez diferente a la de cualquier adolescente. Que es REAL. Si me dijesen que describiese el libro en una palabra, sería esa.

No todos tenemos la suerte de tener un mejor amigo como Noah, ni una hermana como Leah, ni un perro tan adorable como Otto, ni unas vacaciones tan maravillosas como las de ellos, pero no me creo que alguien lea este libro y no se sienta identificado. Todos nos hemos sentido frustrados, engañados, ilusionados, enfadados, enamorados, todos hemos hecho cosas de las que nos arrepentimos, cosas que hemos querido cambiar, mejorar, haber hecho de otra manera. Al fin y al cabo, somos humanos. Y aunque Abril y compañía sean "meros personajes" han conseguido que los sienta tan humanos como cualquiera. Espero poder encontrarme a alguien tan (A)locada, (B)uena , (R)eal, (I)lusionada, (L)eal como ella en cualquier pueblecito costero.

Iba a hacer trampa y a no contestar a la pregunta, pero por qué no. ¿Por qué quiero la caja llena de monerías de Abril? Porque cada vez que vea una de las cosas relacionadas con Abril me llevará directa a la adolescencia, a las locuras que todos hemos hecho, a las aventuras y travesuras que hemos vivido, a los amores, los engaños, los desamores que todos hemos pasado. Y soy de las que cree, que para conseguir un buen futuro, no hay que olvidarse del pasado.